JUGAMOS A LA PELOTA. ES DE ROCÍO Y ES SU PREFERIDA. SE LA HAN TRAÍDO LOS REYES.
LA EXPLORACIÓN DEL MUNDO NATURAL por Rachel Carlson
El mundo de un niño es fresco, nuevo y hermoso, lleno de asombro y emoción. Es una desgracia que esa visión clarividente, que ese verdadero instinto de lo que es bello e imponente, se atenúe e incluso se pierda antes de llegar a la edad adulta.
¿Cuál es el valor de preservar y fortalecer este sentido del asombro y de la maravilla, este reconocimiento de algo más allá de los límites de la existencia humana? ¡Es la exploración del mundo natural sólo una manera agradable de pasar las horas doradas de la infancia o hay algo más profundo?
Estoy seguro de que es algo mucho más profundo, algo duradero y significativo. Cuando un adulto disfruta de la naturaleza, cualquiera que sean las preocupaciones de sus vidas personales, sus pensamientos pueden encontrar caminos que conduzcan a la alegría interior y a un renovado entusiasmo en la vida. Los que contemplan la belleza de la tierra encuentran reservas de fuerza que perdurarán mientras la vida dure. Hay belleza simbólica y real en la migración de las aves, en el flujo y reflujo de las mareas, en el brote listo para la primavera. Hay algo infinitamente sanador en los estribillos repetidos de la naturaleza, en la garantía de que llega el alba tras noche y la primavera después del invierno.
El mundo de un niño es fresco, nuevo y hermoso, lleno de asombro y emoción. Es una desgracia que esa visión clarividente, que ese verdadero instinto de lo que es bello e imponente, se atenúe e incluso se pierda antes de llegar a la edad adulta.
¿Cuál es el valor de preservar y fortalecer este sentido del asombro y de la maravilla, este reconocimiento de algo más allá de los límites de la existencia humana? ¡Es la exploración del mundo natural sólo una manera agradable de pasar las horas doradas de la infancia o hay algo más profundo?
Estoy seguro de que es algo mucho más profundo, algo duradero y significativo. Cuando un adulto disfruta de la naturaleza, cualquiera que sean las preocupaciones de sus vidas personales, sus pensamientos pueden encontrar caminos que conduzcan a la alegría interior y a un renovado entusiasmo en la vida. Los que contemplan la belleza de la tierra encuentran reservas de fuerza que perdurarán mientras la vida dure. Hay belleza simbólica y real en la migración de las aves, en el flujo y reflujo de las mareas, en el brote listo para la primavera. Hay algo infinitamente sanador en los estribillos repetidos de la naturaleza, en la garantía de que llega el alba tras noche y la primavera después del invierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario