Es importante crear espacios y dar tiempo para que los niños y niñas modulen su propia acción, tomando conciencia de su cuerpo, de sus sensaciones, de sus impulsos y deseos.

El juego, la actividad y la acción son situaciones que debemos fomentar como educadoras, sin perder de vista la calma, la pausa, la seguridad, que deben estar presentes en el aula.