EL ASESINATO DE LA CURIOSIDAD por Mónica E. López
La curiosidad es un gran motor, una capacidad que nace con nosotros y se desarrolla en las diferentes etapas de la vida hasta que se convierte en una forma de saber y de relacionarse con el conocimiento. La curiosidad, vista como un deseo “insaciable” de conocer, toma una gran importancia en la educación de nuestros chicos pues es una de las condiciones previas de la actitud creativa.
La forma en que respondemos a la curiosidad infantil hará que avance y fructifique o muera asesinada y se transforme en desinterés por el conocimiento. Los riesgos de las respuestas llenas de lugares comunes o el predominio de contestaciones rígidas y simplificadas son muchos: niños acostumbrados a entender borrosamente o chicos que aceptan la falta de argumentos con naturalidad y que vemos con frecuencia en las aulas.
El delicado crecimiento de una curiosidad viva se tejerá entre el respeto a sí mismo y a los demás. Creo que estas consideraciones morales son los límites que tenemos que estimular y no dejar que se ahogue el maravilloso interés de nuestros niños por temor al ridículo o por miedo a no ser como todos. Y entonces sí, en ese juego de libertad genuina nuestros chicos podrán ampliar de a poco el universo de sus preguntas, abrirse a búsquedas que incluya al error y disfrutar también de las maravillosas respuestas que da el arte:
La forma en que respondemos a la curiosidad infantil hará que avance y fructifique o muera asesinada y se transforme en desinterés por el conocimiento. Los riesgos de las respuestas llenas de lugares comunes o el predominio de contestaciones rígidas y simplificadas son muchos: niños acostumbrados a entender borrosamente o chicos que aceptan la falta de argumentos con naturalidad y que vemos con frecuencia en las aulas.
El delicado crecimiento de una curiosidad viva se tejerá entre el respeto a sí mismo y a los demás. Creo que estas consideraciones morales son los límites que tenemos que estimular y no dejar que se ahogue el maravilloso interés de nuestros niños por temor al ridículo o por miedo a no ser como todos. Y entonces sí, en ese juego de libertad genuina nuestros chicos podrán ampliar de a poco el universo de sus preguntas, abrirse a búsquedas que incluya al error y disfrutar también de las maravillosas respuestas que da el arte:
¿QUÉ ES EL GATO?
El gato
es una gota
de tigre.
El gato
es una gota
de tigre.
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