Somos una casa de niños municipal laica del primer ciclo de infantil.
Tenemos un aula que acoge a niños y niñas desde bebes a 3 años.
Nuestro trabajo se basa en una metodología activa donde el niño/a es el protagonista de su propio aprendizaje.
Partimos siempre de sus intereses, respetando sus ritmos y necesidades. Las educadoras acompañamos al niño/a en su desarrollo, ofreciéndoles los recursos necesarios para que experimenten, investiguen, exploren,..
Nuestro objetivo fundamental es crear un ambiente cálido y de afecto donde se sientan queridos y respetados, por esto vemos de suma importancia que las familias formen parte de este proyecto y sean parte activa de la educación de sus hijos.
QUEREMOS UNA ESCUELA DONDE TOD@S NOS SINTAMOS VIST@S, SEGUR@S Y EMOCIONALMENTE FUERTES, UNA ESCUELA DONDE EL APEGO SEGURO SEA NUESTRA SEÑA DE IDENTIDAD.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

El periodo de adaptación a la Casa de niños

Vamos a comentar brevemente en que consiste el periodo de adaptación para que también os sirva de reflexión y ayuda para resolver las dudas que podáis tener sobre este periodo o de algún modo superar la angustia, si la hubiera, que os puede suponer dejar al niño/a en la Casa de Niños.
Sabemos que el ingreso en la Casa de Niños supone un cambio muy importante para el niño/a, “normalmente” es la primera vez que se separa de su familia, sale de su hogar para pasar a un espacio totalmente desconocido, con adultos desconocidos y con otros niños/as.
Las familias también sufrís una adaptación, ya que suele ser la primera vez os separáis de vuestro hijo/a. Y lo mismo sucede con las educadoras, que también tienen que adaptarse, cada niño/a es diferente, hay que conocerle, saber sus gustos y preferencias, y conseguir que disfrute y sea feliz en los primeros momentos, y luego, durante el curso.
La entrada del niño en la Casa de Niños supone para él un importante cambio: Implica la salida del entorno familiar donde el niño/a ocupa un papel determinado, con una forma determinada de comunicarse y con un espacio que conoce, que le da seguridad y protección, y todo esto va a modificarse: su mundo de relaciones va a ampliarse al salir del círculo estrecho familiar, nuevos adultos y nuevos niños/as, y va a entrar en contacto con un nuevo espacio: la escuela.
Este será paso muy importante en la vida del niño/a, y aunque en algunos casos al principio la separación le resultará dolorosa, el niño/a lo irá asimilando, y gracias a esta separación se incrementará su autonomía personal y su grado de socialización. Además de ser un paso necesario para aprender que los cambios no tienen por qué ser malos.
El niño/a experimenta cambios en las áreas de: higiene, alimentación, sueño, rutinas, las rutinas que se establecen en la Casa de Niños, les ayudan en su organización del tiempo y la actividad, a relacionarse con sus iguales, con los adultos y en la organización del espacio y objetos.
Es posible que durante este periodo puedan aparecer en el niño/a conductas de rechazo:
  • Hay niños/as que desde el punto de vista somático pueden tener alteraciones de sueño, de alimentación, vómitos…
  • Algunos sienten ansiedad ante la separación y pueden sentir abandono, miedo, surgen los celos de los otros hermanos, o pueden tener comportamientos agresivos.
  • Desde el punto de vista afectivo y social se observa:
    • Niños/as que lloran: es la manifestación más generalizada.
    • Niños/as que no lloran y participan en la escuela de forma resignada porque la actividad les resulta novedosa, pero en el hogar manifiestan conductas negativas.
    • Niños/as que lloran y se niegan a ser atendidos por extraños.
    • Niños/as que se mantienen aislados, no participan, no se relacionan, permanecen sin moverse.
    • Niños/as que se aferran fuertemente a algún objeto que traen de casa, participan pero con el objeto en la mano.
Debemos saber que estas son manifestaciones normales de este periodo y que si lo entendemos de una forma natural estaremos ayudando al niño/a en la resolución de este proceso que es el periodo de adaptación.
Para todo ello va a necesitar que le ofrezcamos una gran comprensión y ayuda, ayuda que no consiste en evitar sus sentimientos y conflictos, sino en entenderlos. Y que comprendáis que cada niño/a tiene un ritmo de adaptación personal que hay que respetar.
Cuando hablamos de la separación mutua de niño/a-familia, entendemos que no sólo se adapta el niño/a, sino que los padres/madres van a tener que adaptarse también.
Los padres/madres tendréis una gran influencia en sus temores, sus expectativas, su ansiedad,... todo lo que vosotros sintáis: La inseguridad, la culpabilidad por la separación, el temor ante el cuidado que vaya a recibir el niño/a, todo eso son sentimientos habituales en los padres/madres, pero debéis cuidar al máximo vuestras manifestaciones externas, para no trasmitir al niño/a inseguridad.

Consejos para familias

De forma que, algunos consejos que podemos daros son:
  • Lo que hemos comentado, recordaos que vuestra actitud es muy importante. Es necesario no actuar con inseguridad, duda o culpabilidad.
  • Durante el periodo de adaptación, en la medida de vuestras posibilidades es conveniente que intentéis llevarle y buscarle vosotros, eso le dará seguridad y se acostumbrará antes al cambio.
  • Debemos evitar el chantaje afectivo de “no llores que mamá se va triste”, o la mentira “no llores que mamá viene ahora”.
  • Cuando sea la hora de marchar es mejor no alargar la situación: decir adiós con seguridad y alegría. Es importante que no piense que la marcha de los padres/madres es opcional o que si protesta con fuerza impedirá la partida.
  • No prolongar las despedidas en exceso. Hay que trasmitir al niño/a que lo que estáis haciendo es lo mejor para él.
  • Dejaremos que el niño/a lleve, si así lo desea, su juguete favorito, algo que le sea familiar y le mantenga unido con su hogar.
  • No es un buen momento para introducir más cambios en la vida del niño/a (quitar pañales, cambio de habitación...) Será conveniente esperar a que supere el proceso de adaptación.
  • Evitar al recogerle frases como “ay, pobrecito, que le hemos dejado solito”, “qué te han hecho?”
  • Puede que el niño/a, en el reencuentro con los padres/madres llore o muestre indiferencia, estas son algunas manifestaciones que no deben angustiarnos, a veces el niño/a también experimenta sentimientos ambivalentes, contradictorios, al mismo tiempo siente la separación con la educadora y el deseo de ir con sus padres/madres.
  • Es posible que surjan pequeñas dificultades, no os alarméis, solo está adaptándose a un ritmo diferente.
  • Ese pequeño desequilibrio del inicio del curso debe contemplarse desde una actitud serena de normalidad.

Objetivos para las familias

Os proponemos como objetivos para vosotros:
  • Que superéis la angustia de la separación.
  • Que confiéis en el equipo.
  • Que os despidáis de vuestros hijos sin engaños y con seguridad.
  • Que conozcáis y valoréis el periodo por el que pasan vuestros hijos.

Objetivos para los niños/as

En cuanto a los niños/as, en el periodo de adaptación es muy importante la separación con los padres/madres, pero no es solo eso, podríais pensar que si vuestro hijo no llora, se muestra contento y confiado, no necesita un periodo de adaptación.
Pero en este periodo implica a otras muchas cosas: Como objetivos durante este periodo el niño/a debe:
  • Aceptar el nuevo espacio y ser capaz de moverse libremente en él.
  • Explorar el nuevo material.
  • Adaptarse a las rutinas.
  • Comprender y recordar las normas y pautas que la educadora va estableciendo.
  • Establecer vínculos de afectividad con la educadora y los demás niños.
  • Admitir progresivamente la separación de sus padres.
 
 

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